
Tu pelo espeso confunde
a la noche, tu nombre desafía
a las estrellas.
La brisa te trajo
millones de pensamientos,
de miradas, de ocultos deseos.
Puedo desgranar mentiras absurdas,
hablar y hablar sin decir nada.
Pero intento ser tu verdad cara a cara,
queriéndote en silencio, como siempre,
matando impulsos
noche a noche, aburriéndome
en fantasías sin sentido.
No me acosan tus suspiros,
no lleno ni uno sólo de tus sueños.
Soy mar y no te venzo, soy viento
y no te alcanzo, soy nube y te deseo.
No, no me basta tu sonrisa,
ni tu mano amiga y oportuna.
Cuando me siento lleno de tí
no quiero tus palabras;
quiero abarcarte toda
y sentirte en mi alma y en mi cuerpo,
y besarte muy suave y en silencio, y llorar,
llarar por no haber sabido enamorarte.
Juan Carlos