Manuel es un personaje de esos que piensas que ya no existen en nuestro mundo de tecnología. A veces comparo su mundo con una pequeña caja de zapatos de la que sencillamente no quiere salir. Sin amigos, agobiado por la mala relación con su familia, tutor y guardián de su hermano pequeño que ya es un hombre de veinte años.
A pesar de ser compañeros de trabajo de los que apenas se ven por estar en distintos departamentos, me visitaba durante mi estancia en el hospital por un afán de humanidad. Tenemos tan poco en común que ni yo sabía que decirle ni él tenía nada que contar. Hasta que un día queriendo hacer un chiste me contó su historia. Esa historia que tenemos todos de como percibimos el mundo en nuestras primeras impresiones.....
Nació en un pueblo de mar, en un día que aburrido de la oscuridad sorprendió a su madre de pronto y le dio a luz tumbada en la mesa de la cocina y él resbaló hasta el suelo de tierra dura donde le dieron la bienvenida las gallinas que andaban por allí a picotazos. Y ese es su mayor recuerdo de la vida....siempre espera picotazos, por eso solo recuerda con cariño al abuelo que le llevaba de paseo por los prados hasta una fuente que aliviaba su asma.
A mi me sorprende su pequeño y hermético mundo, donde todo gira en torno a un pequeño eje que es él mismo y su monótono día a día que no se atreve a romper. Un mundo donde no nació la rebeldía aunque si la queja constante por lo estrecho del espacio, al tiempo del miedo a ver que hay mucho mas allá....infinita mente.
También me acuerdo de mi padre que decía que la ignorancia es mas feliz, porque no tiene mas metas, no mira mas alto, no espera nada mas. No se hace grandes preguntas ni se frustra ante las ridículas respuestas.....Salir de la caja y ver el infinito universo a veces es cierto que te deslumbra tanto que no sabes cual es tu estrella, ni tan siquiera si tienes una.....si todas son tuyas.
Por eso a mi me gusta respetar su espacio, donde con el tiempo hizo su nido y lo acomodó a su manera, donde conserva una inocencia que no es de este mundo, donde cultiva para los demás buenos sentimientos. Donde si le cuentas como amigo está ahí para ayudar en lo que pueda.
Es cierto que no tenemos grandes cosas que contarnos....Pero sin duda cada persona llega a tu vida aportando cosas diferentes y quizás Manuel a mi me hace pensar a veces en los contrastes, donde unos se acomodan en un lugar pequeño y otros se pierden buscando horizontes muy lejanos.
Pilar.


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